
Recostada en un lecho frío,
Estoy después de amarte tanto,
Mi corazón no pudo resistir más
A tu traición,
El dolor fue tan grande
Que por un momento me sentí
Desfallecer, solo puede escuchar
Las voces y los gritos de mis hijos
Que decían Mami ¡no nos dejes¡
Te queremos mucho
En ese momento dije Dios mío,
Por favor no me lleves
Mis hijos me necesitan,
Te lo suplico
Y Dios me permitió,
Estar nuevamente
Al lado de mis hijos.
Estoy después de amarte tanto,
Mi corazón no pudo resistir más
A tu traición,
El dolor fue tan grande
Que por un momento me sentí
Desfallecer, solo puede escuchar
Las voces y los gritos de mis hijos
Que decían Mami ¡no nos dejes¡
Te queremos mucho
En ese momento dije Dios mío,
Por favor no me lleves
Mis hijos me necesitan,
Te lo suplico
Y Dios me permitió,
Estar nuevamente
Al lado de mis hijos.
4 comentarios:
Hola, Linda....
Hermoso gesto de amor, nos describes en tu poema:
Darlo todo por los hijos, a pesar del sufrimiento.
Un abrazo.
Hola Rafael
No hay sufrimiento mas grande que estar sin los hijos.
Un abrazo.
Siempre es lindo leerte..
saludos fraternos con cariño
un abrazo
besos
Buenas tardes sr. Adolfo Payès
Gracias por tus dulces palabras
un abrazo
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